Cuando sufrimos un accidente o una caída, o mordemos algo demasiado duro, es posible que se rompa un diente. Esta situación no es poco frecuente y se trata de una de las enfermedades bucodentales más comunes en las consultas de odontología general en Madrid.
Desde la infancia, las fracturas dentales son bastante comunes, ya que los niños pueden sufrir una fractura accidental mientras juegan.
Además, los deportistas, sobre todo aquellos que practican deportes de contacto, también tienen un mayor riesgo de fracturarse los dientes. Ante este escenario, es fundamental saber qué hacer cuando se rompe un diente de forma accidental. Y es importante, ya que la rapidez en la reacción puede marcar la diferencia en la posibilidad de salvar el diente original.
CLASES DE FRACTURAS DE DIENTES
Es importante destacar que no todas las fracturas son iguales, por lo tanto, el tratamiento y las medidas inmediatas a tomar pueden variar.
Fracturas de urgencia
Una fractura dental, por lo general causada por un fuerte traumatismo, puede ser parcial o una avulsión, es decir, la pérdida completa del diente. En el caso de una pérdida completa del diente, es crucial mantener la calma y actuar con rapidez.
Aunque puede presentarse un sangrado considerable, es importante recoger el diente, enjuagarlo con agua corriente o suero fisiológico sin frotarlo. Después, conservarlo en un recipiente con agua o leche (lo ideal sería mantenerlo en la boca, pero esto puede ser peligroso por el riesgo de tragarlo.
Enseguida debes acudir al odontólogo lo antes posible a manera de urgencia. Si se actúa con rapidez, es probable que se pueda salvar el diente.
Fracturas pequeñas
En el caso de fracturas pequeñas o astillamientos, por lo general se pueden reparar con resina o composite, cubriendo la parte rota. En este caso, no es tan urgente acudir a la consulta dental.
Sin embargo, es importante no demorar la visita para evitar dañar la pulpa dental ya que el dentista desempeñará un papel crucial en estos casos.
Como mencionamos, la rapidez es fundamental cuando se ha perdido un diente. Si se acude con prontitud al especialista, existe la posibilidad de que se pueda reimplantar el diente.
Sin embargo, las probabilidades de éxito disminuyen si han pasado más de treinta minutos o una hora desde el traumatismo. En cualquier caso, si no es posible reimplantar el diente, siempre existe una solución, como el implante dental.
Otros casos
En casos menos traumáticos, donde la rotura solo ha afectado a un tercio del diente, es posible reconstruirlo utilizando composite.
Sin embargo, si el paciente es muy joven, como en el caso de los niños, y la raíz del diente aún no se ha formado por completo, es posible utilizar una sustancia que acelere su desarrollo.
Después se realizará una endodoncia según la evaluación del especialista. Pero en cualquier caso de rotura o traumatismo dental, es fundamental consultar a un dentista. El especialista sabrá qué hacer en cada situación y evaluará la condición del diente.
Cuando suceda, procura conservar la calma y trata de actuar con rapidez y recuerda que cada minuto cuenta cuando se trata de salvar un diente roto.
¿UN DIENTE ROTO? ACUDE AL ESPECIALISTA
¿Tienes un diente roto? La rotura de un diente puede ocurrir debido a diversas causas, ya sea por accidentes o por malos hábitos. Algunas de las razones comunes incluyen:
Traumatismos: un golpe en los dientes o una caída pueden ocasionar una rotura en una de las piezas dentales.
Morder objetos duros: al morder objetos como envases para abrirlos, se pueden provocar fisuras o roturas en los dientes.
Alimentación inadecuada: comer alimentos duros durante un período prolongado puede debilitar la estructura del diente hasta que se rompa.
Bruxismo: Este trastorno hace que los dientes de la persona rechinen, crujan o los apriete de manera inconsciente hasta ocasionar una rotura en el diente. Esto puede conducir a la rotura de los dientes.
Mala higiene bucal y caries: La falta de una adecuada higiene bucal puede provocar la formación de caries que al crecer, puede causar la rotura parcial o completa del diente.
Consumo de alimentos ácidos: Ingerir a diario alimentos ácidos, como bebidas gaseosas, zumo de limón o de naranja, o vinagre, puede debilitar el esmalte dental e incluso, causar la rotura del diente. Por ello, se recomienda enjuagar la boca con agua después de consumir estos alimentos y limitar su ingesta.
Reflujo gástrico y desórdenes alimentarios: Es posible que se presenten roturas dentales debido a los jugos gástricos. Es común en personas que sufren de reflujo o desórdenes alimentarios, como la bulimia. La acidez de estos jugos deteriora de manera progresiva el esmalte y las pequeñas roturas superficiales, debilitando el diente.
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